Este es un relato que puse en el anterior blog, pero da igual, lo volveré a poner, ahí lo tienen:
LA MANSIÓN
Me despierto, no tengo ganas de nada, pero tengo que levantarme, ir al instituto, como siempre ver a los mismos compañeros, esa cara de envidia, de desagrado, de sueño, de superioridad, no se como no les he dado un buen golpe para que espabilen, y esos profesores, arrogantes y engreídos, siempre esta el que nos cae bien, pero casi nunca en nuestro instituto, en fin, a lo que iba, eso es mi comienzo del día, aburrido verdad, pues así llevo 4 años, lo único que me consuela: ella. No se si lo abran notado, pero estoy enamorado, de quien de alguien muy especial, tan especial que si dijera el nombre podría convertirme en niebla o polvo, alguien que a pesar de no ser su centro de atención, la amo. Perdón, me fui del tema, a lo que iba todas las noches sueño algo muy extraño, un hombre con una gabardina y un sombrero tapado hasta la nariz, solo se le ven los ojos, tiene una mirada extraña, muy siniestra, va con una cuerda, una cuerda en la mano, me persigue y yo corro y corro, aunque no me coge nunca siempre paso mucho miedo, todas las noches lo mismo, me escondo en una casa subo a un segundo piso, me encierro en una de las habitaciones oigo como el sube lentamente las escaleras de madera mientras chirrían. Paso muchisimo miedo, cuando ha acabado oigo como se para en frente de la habitación, oigo como respira mientras en los cristales de aquella vieja mansión golpean duramente las gotas de agua. El hombre intenta abrir la puerta, no puede, la golpea y me grita que salga, al poco tiempo oigo como baja las escaleras, cuando no oigo nada abro la puerta, no hay nadie, decido mirar en todas las habitaciones, es una casa preciosa pero abandonada... Se ve que paso algo que obligo a todos a salir de allí, ¿qué sería? solo me queda una habitación por abrir cuando: ¡Despierta hijo, despierta, vas a llegar tarde!, todas las noches lo mismo, pero anoche todo cambio, tuve el mismo sueño, cuando me acerque a la puerta, la vi con claridad, se oían ruidos desde dentro, me daba miedo entrar , pero me arme de valor y lo hice... y ahí estaba el hombre de la gabardina colgando a alguien del techo con esa cuerda, pero ¿quién seria?. Sin que me viera entre, me acerque ese hombre me oyó y me dijo: mira, así acaban los que entran aquí, mi casa, cuando mire quien era el ahorcado era yo... y esa es la historia, de como acabe muerto en esa mansión siniestra